"Tobías elige el tambor de sonido grave. El que percute sobre el pulso del corazón, el que late idéntico
desde que el hombre es hombre, y así se monta sobre lo pretérito.
Otros tocadores
responden al llamado con un repiqueteo, siempre pisando adelante del ritmo, y
sincopando sobre el futuro.
En el centro de
la rueda, una morena mece sus caderas al compás de ese relato.
Amanda escucha el
festejo desde su dormitorio en la mansión Torrealba. En algo menos de una hora,
Clara la llamaría para pedirle que bordaran juntas antes de irse a dormir.
Todavía tiene tiempo de ir y volver sin que nadie lo note.
Amanda y sus ojos
grises se acomodan para espiar.
Otras veces, en
la hacienda de Río de Janeiro, había escuchado los tamtanes del tambor y, como
ahora, el estómago se le había anudado. La joven mira todo sin pestañear.
Luego, poco a poco, fija la vista en Tobías.
Más tarde, en su
dormitorio, escribiría lo que no se atrevía a decir ni siquiera a su nana. La
médula profana de un sentimiento. Lo que le pertenece al cuerpo y allí se
queda. Sensaciones que emergen desde el fondo del mar humano, y son
tormentas".
El rastro de la
canela, de Liliana Bodoc.
Novela histórica
que más allá de contarnos la prohibida historia de amor entre Amanda y Tobías,
nunca pierde el eje temático de LA LIBERTAD.
Esa forma
exquisita que tiene Liliana para narrar te atrapa en la vida cotidiana y las
costumbres del 1800 y muestra los primeros pasos de nuestro país como nación
libre, sabiendo agregarle los ingredientes de miel y canela que harán "
desbordar de aromas" el relato.
Chapeau, una vez más Bodoc y gracias por tu pluma. ❤
Autora: Gaby Varillas
No hay comentarios:
Publicar un comentario