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jueves, 2 de abril de 2020

Recordando a Hans Christian Andersen, autor del cuento "La sirenita"


Hans Christian Andersen

Un día como hoy, 2 de abril pero de 1805, nacía en  Odense, Dinamarca, Hans Christian Andersen, autor entre otros cuentos de La sirenita, El patito feo, Pulgarcita y La reina de las nieves. 

Como un humilde homenaje, María Luisa Dellatorre nos deja una interesante reflexión entre el cuento original de La Sirenita y la versión cinematográfica de Walt Disney.



 No es novedad que los relatos tradicionales, populares, conocidos también como cuentos de hadas, se han ido transformando, justamente por su carácter tradicional, a lo largo del tiempo. El siglo XX trajo aparejada la intención de adaptar las narraciones tradicionales a la mente infantil, olvidando en ocasiones las versiones originales y sus fuentes míticas y legendarias. La necesidad moderna de adaptación y la de llegar a la mayor cantidad de público posible, nos lleva a contextualizar estos relatos dentro de la globalización imperante. En este marco se ubican las adaptaciones cinematográficas de Walt Disney que presentan diversos cambios con respecto a las versiones tradicionales. Un ejemplo de ello es la película La Sirenita. Se podría decir que la versión de Walt Disney divierte y homogeneiza los motivos y características del relato popular y curiosamente carece de un aparato crítico que permita observar las similitudes y diferencias con las fuentes primitivas. Esto origina una producción algo “edulcoradas” que omite ciertos valores y motivos propios de la versión más antigua. Con respecto a esto, presente en el cuento de Andersen, podemos referirnos al colectivo imaginario de los mitos y las leyendas relacionado con las sirenas. Sabemos que estos personajes míticos encantaban a los marinos por medio de su cautivante canto, para luego ahogarlos o hacerlos naufragar, si bien había también sirenas de carácter amoroso y afable. Pareciera ser que el autor del cuento se inspiró en estas últimas al crear su personaje, la sirenita. Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, realizaremos un acercamiento comparativo del cuento La Sirenita de Hans Christian Andersen con la película homónima de Walt Disney.

Argumento de La Sirenita de Hans C. Andersen

 La sirenita era una joven princesa que vivía bajo el mar. Cuando cumplió quince años su padre le permitió subir a la superficie para observar el mundo de los humanos. Al hacerlo salvó a un príncipe cuyo barco había naufragado y lo lleva a la orilla, para ocultarse luego en el mar. Cuando el príncipe despertó, lo socorrieron unas jóvenes, de una de las cuales él se enamoró. La sirenita a su vez no podía olvidarse de él y le pidió a la hechicera del mar que la transformara en mujer. Ella lo hizo, pero a cambio de sentir dolor al caminar, perder su hermosa voz y morir si el príncipe se enamorara de otra mujer. Convertida en ser humano la princesa del mar recibió la amistad del príncipe, pero éste no podía olvidarse de la joven que supuestamente lo había salvado, y con quien más adelante, se casaría. Entonces la protagonista supo que debía morir y aunque sus hermanas le sugirieron matar al príncipe, para salvarse ella, no lo hizo, todo lo contrario se tiró a la espuma del mar para desaparecer. Su sacrificio llamó la atención de las hadas del viento que la acompañaron por el mundo haciendo el bien, con la recompensa de tener luego un alma humana. La sirenita entonces, en estado invisible, abrazó al príncipe y a su mujer y se alejó para siempre. 

Argumento de la película La Sirenita de Disney

Ariel es una sirena soñadora, ella cree que vivir fuera del agua es lo mejor que le podría pasar en la vida. Un día de tormenta salva a un príncipe (Eric) de un barco que naufraga y cae locamente enamorada de él, pero cuando su padre (el rey Tritón) descubre los sueños de su hija y su escondite secreto en el que guarda todos los pequeños tesoros que ha ido encontrando de los humanos, furioso, arrasa con todo y es cuando ella decide ir a hacer un pacto con Úrsula, la bruja del mar. Gracias a ella, se convierte en ser humano y se reencuentra con el príncipe, al que está a punto de conquistar, pero interviene Úrsula para evitarlo y Ariel vuelve a convertirse en sirena y esclava de la bruja del mar. Sin embargo, su padre decide hacer un cambio de prisionero y se pone a disposición de Úrsula a cambio de la libertad de su hija. Ariel, con la ayuda de sus amigos Sebastián, Flounder y el príncipe Eric, logra derrotar a la bruja y destruirla, revirtiendo los hechizos de Úrsula y liberando a Tritón. Una vez que Tritón se percata del amor entre Ariel y Eric, decide convertirla en ser humano, para posteriormente celebrarse la boda entre los dos enamorados. (www.adisney.com).

 Similitudes de ambos textos 

En ambos textos, la protagonista desea algo que le es casi imposible de lograr: convertirse en mujer; además en los dos hay una fuerte autoridad del padre, el rey; la ambientación se presenta en el fondo del mar; la princesa se enamora del príncipe; hay en los dos relatos un personaje maligno y la sirenita se convierte en ser humano. 

Consideremos ahora sus diferencias fundamentales: 

En la versión de Disney la sirenita, llamada Ariel, tiene en realidad dos antagonistas: su mismo padre ( el rey Tritón) que no está de acuerdo con los deseos de la hija, y la bruja del mar; tampoco aparece otra joven de la que el príncipe se enamora. En la película las mayores energías de la acción se desarrollan alrededor de la lucha contra la bruja del mar, a quien vencen entre Ariel, Eric (el príncipe) y sus amigos. Ariel logra su cometido ya que su padre acepta el amor que le tiene al príncipe. Una boda feliz coronó el final. Aquí no aparece planteado el problema del sacrificio y los condicionamientos para lograr la felicidad, descontando que el concepto de la misma sea bien distinto en uno y otro relato. Sabido es que las personas procuran el placer de distintas maneras, tanto a nivel individual como dentro de una cultura determinada, por lo tanto sería importante ofrecer al niño lector otras posibilidades con respecto a eso. Quizás la principal diferencia entre ambos textos radique en la simplificación y cambio de la trama por parte de la versión de Disney, ya que se modifica el conflicto dramático al no existir, en la película, otra enamorada del príncipe. Además Ariel puede cumplir sus deseos tal cual los había imaginado.

Se podría decir que desde la óptica de las producciones de Walt Disney, la normalidad sería conseguir todo lo que se desee, sin importar los medios y la conveniencia para hacerlo, con lo que se reduce la capacidad de resiliencia del ser humano, es decir la posibilidad de enfrentar satisfactoriamente las frustraciones en la vida.

Reflexión a modo de conclusión

La comparación de ambos textos carece de la intención de denostar la producción de Disney, ya que su fuerza e influjo es evidentemente arrolladora en la actualidad. Nuestra generación también ha crecido inmersa en este mundo de fantasía, que tanta diversión nos ha brindado desde hace años. Sin embargo, nuestra responsabilidad como docentes, investigadores, escritores y mediadores en general, es la de promover un espíritu crítico, una lectura realmente comprensiva que coloque al lector en un lugar privilegiado para inferir y sacar sus propias conclusiones, para cuestionarse, por ejemplo, el porqué de los cambios realizados en la versión de la película, con respecto al texto original del escritor danés; ¿por qué la necesidad de presentar una situación que se repite también en otras producciones de Disney, donde todo es “color de rosa” y se eliminan las circunstancias límites que también ocurren en el mundo real…? Retomando lo dicho al comienzo ¿por qué no pensar en un personaje ambiguo, como es el de las sirenas, que representan en cierta forma a las quimeras, al bien y al mal al mismo tiempo? La sirenita del cuento es dulce e ingenua, pero con un deseo imposible, y que a pesar de su ternura no logra evadir el sino de su estirpe: hacer naufragar al hombre, aunque el texto no lo diga expresamente. Sin embargo se redime de su condición de sirena a través del verdadero amor y sacrificio, logrando una felicidad que no se imaginaba, al convertirse en hada del viento, representación total de espiritualidad, según nuestra opinión. En un mundo como el actual, transido por el consumismo, la importancia del mercado que persigue buenos negocios, sin importarle los valores espirituales y trascendentes, son estos temas y reflexiones los que deberían incentivarse a través de la tarea del mediador de lecturas infantiles y juveniles, no para censurar al tipo de Literatura Globalizada, sino para tamizarla, conocerla y tomar partido. La idea no es eliminar lecturas (tarea que sería por demás imposible) todo lo contrario, sumar para luego elegir.


Maria Luisa Dellatorre
Profesora de Letras, Diplomada
en Gestión de las Relaciones Humanas
para las Instituciones Educativas.

Análisis extraído del libro "AUTORES QUE CON-MUEVEN", Miradas críticas sobre literatura infantil, Lecturarte.



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